Mi pedacito de cielo

Mi pedacito de cielo
veris.cullen

jueves, 29 de noviembre de 2012

MPDC 3



Capítulo beteado por:

Annabella Giovannetti, Beta FFTH

Capítulo 3

UN AÑO ANTES


Saná - Yemen (Medio Oriente)

En el piso de un cuarto muy humilde, en las afueras de Saná, una mujer de 17 años con el cabello castaño, piel clara y ojos verdes, gritaba de dolor. Había roto fuente y se preparaba para traer al mundo a su hija.

— ¡Oh Dios!, arrrgh —Kadri terminaba por fin su trabajo de parto sola, y luego cortó el cordón umbilical.

Ella estaba muy cansada, sin embargo, cargó a su pequeña en sus brazos y la miró con todo el amor que le tenia; era hermosa, tenia una piel algo morenita, su cabello tenían unos risos negros y unas pestañas largas… era el vivo retrato de su padre.

—Amira. Ese será tu nombre, mi pequeña princesita —entonces se dio cuanta que su pequeño de año y ocho meses había entrado, un hermoso niño de cabello castaño, ojos marrones y la piel igual de blanca que la suya.

—Mira Aarón, es una niña preciosa ¿no lo crees?, es tu hermanita y la tienes que proteger siempre contra quien sea, ¿de acuerdo? —lo vio a los ojos y él asintió. Para ser un niño tan pequeñito, era demasiado inteligente; entendía todo lo que le decían y era tan tierno y obediente.

No pudo ella hacer otra cosa que mirarlo con infinita dulzura.

— ¿No quieres acariciarla? —el niño se acercó tímidamente y acarició su mejilla.

La bebé sonrió y él también, era una imagen tan tierna de ver, hasta que se escuchó la puerta de la entrada abrirse con suma brusquedad.

— ¡Oh, no! Aarón, ve a tu cama, es hora de dormir —el niño, con un gran miedo reflejado en la mirada, se retiró pero no fue a su cama, se quedó escondido. Luego él entró, estaba muy borracho.

— ¿Ya nació? ¿No se supone que aun no debería nacer, es que acaso me has engañado?, ¡eres una cualquiera!, ¿acaso creías que no me daría cuenta?, ¡eres una puta, una perdida!, maldita perra.

La golpeó salvajemente, pero ella antes cubrió al bebé y la mantuvo a salvo. La golpeó tanto hasta dejarla inconsciente, apenas con vida, luego, él se acostó a dormir, pero un par de ojos miraba todo; aterrorizado, sin poder mover un solo musculo ni poder gritar si quiera.

El niño vio como él se acostaba y se quedaba dormido. Después se escuchó el llanto de la bebe. Lo cual lo hizo reaccionar y corrió hacia ella, estaba envuelta en unos trapos, así que la arrastró y la sacó de ese lugar tan macabro. La alejó lo más que pudo, tomando en cuenta su escasa fuerza, y trató de calmarla cantando como su madre lo hacia.

—Manita, no, no, iodes, popa vol (hermanita, no, no llores, por favor) —no sabia cómo, pero funcionó su canción y sus ruegos la calmaron, luego fue donde su madre y trató de despertarla sin lastimarla, pero no respondía…

Horas después ella despertó y lo que vio destrozó su corazón, había mucha sangre en el piso, y se dio cuenta que era suya. Buscó desesperadamente a sus bebes pero no encontró nada, solo a su marido profundamente dormido, se desesperó tanto que no sabia qué hacer hasta que escuchó un sollozo debajo de la cama de su hijo,

—Gracias, Dios mío —sus dos bebes estaban acurrucados debajo de la cama, temblando.

Su niño la vio y se soltó llorar.

—Mam —ella lo silenció de inmediato, no quería levantarlo.

Él entendió enseguida y salió de su escondite, ella cargó a la bebe, la alimento, limpió y arropó bien, luego abrazo a sus dos hijos y le pidió perdón en silencio.

Cuando él despertó, se fue directo a la cocina y la encontró cocinando y otra ronda de golpes e insultos cayeron sobre ella, luego se dirigió a donde estaba la bebe y la cargo.

—Esta bastarda ¿de quién es, del doctor nuevo del pueblo o del cantinero? ¡Dime!, maldita zorra.

—Es tuya, mírala, ¡es tu vivo reflejo! Por Dios, mírala —él la observó detenidamente, con su ceño fruncido y luego sonrió

—Así que te crees muy inteligente buscando alguien similar a mi, ¿no? Claro, como con el mocoso se te paso ese detalle ahora eres más cuidadosa en elegir a tus amantes, pero ni creas que esto se quedara así. Esta mocosa no va a vivir mas aquí, se va en ese instante ¿me oíste? —y trató de salir, pero ella se lo impidió

—No, por favor, ella es tuya pero si no me crees, por favor, no lo hagas. Haré cualquier cosa, lo que sea, pero no me la quites por favor te lo suplico.

— ¿Cualquier cosa?

—Sí, lo que tú quieras.

—Está bien, seré misericordioso contigo —luego, una mirada macabra cruzó su rostro e inmediatamente ella supo que había vendido su alma al mismo demonio… pero no le importó, haría lo que fuese por sus hijos…

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